Quedan pocos días para que finalice el año pero no para que culmine para la Navidad. Esta época del año cada vez se dilata más en el tiempo: empieza antes y termina más tarde. Son días muy marcados en el calendario en los que recibimos estímulos por doquier a través de cualquier canal de comunicación.
Nos hablan de cenas de empresa, de reuniones con amigos, del “amigo invisible”, del árbol de Navidad, del Belén, de los regalos y… de los niños. Estos días pueden llegar a ser bastante complicados para aquellas parejas con dificultades para concebir. La Navidad y la infertilidad no es un binomio que venda a nivel comercial, sino todo lo contrario, pues se potencia el carácter infantil de esta celebración, protagonizada por niños abriendo regalos, juguetes de todo tipo y celebraciones donde la familia es el eje principal.
Las reuniones familiares en Navidad
Después de estar todo el año buscando la forma de concebir un hijo, sometiéndose a tratamientos de reproducción asistida e ilusionándose con la llegada de un nuevo miembro, vemos que en determinadas ocasiones este niño no llega tan pronto como deseamos.
Las parejas que no han tenido éxito en la concepción se encuentran en la Navidad con reuniones familiares llenas de niños. Ellos son los auténticos protagonistas y copan toda la atención. Vamos cargados de regalos para nuestros sobrinos o el bebé recién nacido de una prima y realmente nos falta el regalo más preciado para nosotros: un niño.
Tal es así que este tipo de celebraciones se pueden convertir en una auténtica tortura. Ver la cara de felicidad de los padres con sus hijos o nuestros seres queridos con algún embarazo en camino hace que nos hundamos en nosotros mismos y nuestra autoestima descienda en picado.
Mantén el control de tus decisiones y tus sentimientos
Como decíamos, las reuniones en grupo se acentúan en Navidad y según qué tipo de encuentros podemos encontrar más niños de la cuenta. Si no sentimos anímicamente bien para convivir con estas situaciones, hemos de priorizar nuestra autoestima y nuestros sentimientos.
De nada sirve acudir a estas comidas familiares si va a ser negativo para nuestra integridad emocional. Es totalmente comprensible que si estamos pasando por un mal momento en términos de fertilidad o concepción de un embarazo, no tengamos la suficiente fuerza para acudir a las reuniones familiares. Nuestros seres queridos lo van a entender sin ningún problema pues lo importante es que nos encontremos bien con nosotros mismos antes de estarlo con los demás.
Tener la libertad de decidir cuando ir a estos eventos o cuando quedarnos en casa nos empodera como personas y nos permite darnos tiempo para superar las heridas emocionales que se derivan de los tratamientos de reproducción fallidos.
Planes diferentes
El no querer pasarlo mal no implica tener que quedarnos en casa. Hoy en día existen muchas alternativas de ocio para entretenernos y disfrutar igualmente de la Navidad. Por ejemplo, puedes planear alguna escapada con tu pareja para tener más tiempo juntos en armonía y afrontar el nuevo año que viene con la máxima unión y complicidad entre ambos.
Otra opción es organizar quedadas con aquellos amigos en los que sabes que puedes apoyarte y con los que pasarás un buen rato. De nada sirve ver a personas por compromiso si no nos van a dar la felicidad y tranquilidad que necesitamos en estas fechas.
Este tipo de actividades reforzarán tu estado emocional y os repondrán a los dos como pareja para encarar el nuevo año con ilusión y esperanzas. Recuerda que en FecunMed entendemos lo difícil que pueden resultar estas fechas, de ahí que te animemos a seguir intentándolo. Encontrarás tratamientos de fertilidad personalizados en función de vuestra situación y todo el apoyo emocional para hacer frente a los nuevos retos que se avecinan.